domingo, 18 de mayo de 2014

Museo de la Ciudad

Historia
En junio del año 2000, un grupo de ciudadanos y ciudadanas convierten una iniciativa cultural en la Asociación Museo de la ciudad, e instalan el Museo de la Ciudad en Santa Tecla. Debido a la falta de apoyo de la municipalidad tecleña, se crea una alianza con la Microrregión El Bálsamo, con quienes se ha establecido un convenio de cooperación para la implementación de un Plan Estratégico de Cultura para la microrregión, que incluye la instalación de museos, procesos educativos y formativos en este territorio.
El trabajo de la Asociación ha consistido desde entonces en investigación, documentación y rescate de diversas manifestaciones culturales, así como la exposición y desarrollo de actividades educativas, dirigida especialmente a la juventud.

Museo de la Revolución Salvadoreña

El Museo de la Revolución Salvadoreña está situado en la ciudad de Perquín, Morazán, zona que fue de las más afectadas durante la guerra. Desde ahí cumple su función de recordarnos sobre el conflicto armado que sufrimos los salvadoreños en los años ochenta.
El museo es sumamente completo y explica en detalle y de una manera objetiva todas las facetas de la guerra civil. El museo consta de cinco salas con diferentes temas. Los temas de las salas son: las causas nos llevaron a la guerra, la cooperación internacional hacia la guerrilla, el modo de vida de los guerrilleros, las armas utilizadas por ambos bandos y una recreación de la Radio Venceremos. En cada una de estas salas se encuentran objetos interesantes de aquella época. Estos varían desde el helicóptero donde fue derribado el Teniente Coronel Domingo Monterrosa hasta posters y panfletos utilizados por las organizaciones internacionales que apoyaban a la guerrilla. Se encuentra también dentro del terreno del museo el cráter dejado por una bomba de 500 libras que tiró el ejército, así como una bomba de ese mismo tamaño que no explotó.
El museo cuenta con guías que conocen sobre todos los temas presentados en el museo y que son de gran ayuda para los visitantes. En mi visita tuve la dicha de que un ex-guerrillero fuera mi guía. Su nombre era Erwin (el pseudónimo que había utilizado durante el conflicto armado). La presencia de ex -combatientes en el museo hace que los visitantes, especialmente los jóvenes que no recuerdan la guerra puedan darse cuenta que quienes sufrieron del conflicto fueron personas reales y no personas que vivieron en una época lejana. Platicar y debatir con los guías también facilita el entendimiento de las razones que tuvieron para tomar las armas, el tipo de vida de los combatientes y el sentimiento que tienen ahora que vivimos en paz y en un contexto internacional distinto.
Según Erwin, el museo recibe visitas de todo tipo de personas, tanto de derecha como de izquierda y también de altos militares. Esto es una buena señal pues demuestra que personas con visiones políticas completamente diferentes están interesadas y dispuestas a aprender de quienes en un pasado fueron sus contrincantes.

La existencia de lugares como el Museo de la Revolución es de vital importancia. Nos permiten tener viva en la memoria el sufrimiento que los Salvadoreños tuvimos que experimentar durante ese período. Esta misión es sumamente importante especialmente ahora que hay tantos jóvenes que no nos recordamos de la guerra. Esperamos que de esta manera nunca jamás permitamos que se repitan las causas que llevaron a algunos grupos a abandonar la luz pública y hacia la clandestinidad y la toma de armas.

La visita al museo de la revolución es necesaria para todos aquellos que quieren entender el conflicto armado. El acceso hacia Perquín se puede hacer por carro o autobús. Desde San Salvador la carretera es pavimentada y en excelentes condiciones. La entrada al museo cuesta $0.60. Hay hoteles en Perquín donde los visitantes se pueden hospedar y hay otros atractivos turísticos en la zona que vale la pena visitar.



Museo de Arte Popular

El Museo de Arte Popular de El Salvador, abre sus puertas a nuevos públicos, con el propósito de compartir la riqueza y singularidad del arte popular y las tradiciones de esta nación centroamericana.

Diversas expresiones del arte popular salvadoreño, producto de prácticas populares tradicionales o de expresiones artísticas emergentes, son las que el Museo de Arte Popular exhibe en sus instalaciones y en exposiciones itinerantes.
Como resultado de las actividades de investigación y conservación ha organizado más de 25 exhibiciones, algunas fuera del país, y ha logrado acumular una colección de más de 1,100 objetos y valiosos documentos.
En el año 2001 inauguró su sede en la ciudad de San Salvador, donde mantiene la exposición permanente dedicada al reconocido arte de la miniatura en barro de Ilobasco, denominada - Sala de la Miniatura Dominga Herrera – en honor a la insigne creadora de este arte; y otras tres salas donde organiza exposiciones temporales.
Por las formas innovadoras de trabajo y difusión desplegadas, artistas y artesanos populares han comenzado a salir del anonimato característico adquiriendo prominencia nacional, como es el caso de don Ángel Mendoza Alvarado,  destacado pintor, escultor y restaurador galardonado con el Premio Nacional de Cultura del año 2000.
Es así como el Museo contribuye al reconocimiento y valoración del arte popular y las tradiciones como componentes culturales fundamentales para el desarrollo integral de nuestra sociedad.

Fundadores
El Museo de Arte Popular fue fundado por la asociación INICIATIVA PRO ARTE POPULAR (INAR), institución privada sin fines de lucro creada en 1997 por un grupo de profesionales salvadoreños unidos por el interés de documentar, estudiar y preservar las diferentes expresiones de las artes y tradiciones populares de El Salvador.

Misión de INAR 
Su misión es encauzar a través del Museo y sus programas, la investigación, conservación y difusión del Arte Popular Salvadoreño, al mismo tiempo de fortalecer la promoción de artesanos y artistas, portadores de invaluables tradiciones y a aquellos creadores de nuevas expresiones artísticas. Todo ello con el fin de contribuir al conocimiento y la formación integral de los salvadoreños, y al interés de visitantes o estudiosos de otros países.
Sus actividades son financiadas por donaciones de instancias gubernamentales y no gubernamentales, el Programa de Transferencias de Fondos de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la República.empresas privadas, personas particulares, memrecías y por la realización de eventos especiales


Museo de Escultura Enrique Salaverría

El Museo de la Escultura es un sitio acogedor y cálido, ubicado en la 59» Avenida Norte, entre la 1» Calle Poniente y la Alameda Juan Pablo II, en San Salvador.

Desde noviembre de 1999 funciona en la ciudad este rincón cultural, muy poco conocido por las personas amantes del arte.

En el amplio salón, que da la bienvenida a los visitantes, se observa una variedad de esculturas de diferente tamaño, posición y estilo.
Aunque todas tienen algo en común, han sido elaboradas por uno de los artistas salvadoreños que más han destacado en el área de la escultura y la cerámica: el señor Enrique Salaverría, originario de Juayúa, Sonsonate.

Desde su infancia, Salaverría mostró su inclinación hacia el arte y elaboró artículos originales, plasmando en ellos su toque personal, mucha creatividad e ingenio.
A lo largo de su trayectoria como artista, Salaverría ha creado varias esculturas, que han recorrido el mundo. Una de sus obras en piedra, llamada “Mujer con naranja”, ganó en 1963 el premio nacional de Guatemala.
Vistazo al museo

Cerca de 80 obras se exhiben en el museo. Ahí hay áreas específicas, como la del dolor, en la que las obras que se exhiben fueron inspiradas por los años de guerra.
También esta la zona de las mujeres con palomas, inspiradas por un viaje que realizó a Buenos Aires, Argentina, con uno de sus hijos, en donde centenares de palomas se posaban juguetonamente en el cuerpo del infante.
La figura denominada “Movimiento y mujer” es una sola pieza de cedro de 3.50 metros de alto, tallada en Apaneca.

Cuando la figura estaba en el estudio del escultor, un incendio la quemó, por lo que se volvió carbón, que ha sido preservado gracias a barnices especiales.
En el salón principal también se observan figuras de cerámica y otros materiales, representando al diablo, el infierno, mariposas y sobre todo sobresalen las figuras de mujeres, las que según el artista, son una de sus mejores fuente de inspiración.recuadros

Medio siglo de trabajo

Enrique Salaverría nació el 22 de enero de 1922 en Juayúa. Sus estudios los realizó en el Liceo Salvadoreño, luego de haber pasado su infancia entre los cafetales y los pinares de la zona de Juayúa.
Cuando adolescente y sin haber terminado el bachillerato, diseña y construye la maquinaria del beneficio familiar para el procesamiento del café.

Su inclinación por el diseño lo llevó, en 1941, a la Academia de San Carlos, en México, donde funcionaba la Escuela de Arquitectura de México, además de las áreas de escultura, grabado y pintura.
Fue en ese lugar que conoció a varios personajes célebres de México, como los señores Paco Zúñiga y Lorenzo de Ixtapalapa, además de la señora Lola Álvarez Bravo.

A través de años de estudio, esfuerzo, práctica y dedicación. Enrique Salaverría se ha convertido en uno de los grandes escultores y ceramistas salvadoreños.
Para visitarlo
El horario del museo es de lunes a viernes de 3:00 a 5:00 p.m. La entrada es gratis y sus puertas están abiertas para todo público. El número de teléfono es el 260-9457.



Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI)

Es una Fundación dedicada a la investigación, rescate, preservación y difusión del patrimonio histórico y cultural de El Salvador. Mantiene un permanente acompañamiento a las comunidades indígenas y campesinas en la fijación de su memoria histórica. Realiza talleres con jóvenes sobre Memoria, Derechos Humanos y Migración.

MISIÓN: Contribuir al desarrollo educativo y cultural del país mediante la conservación y difusión del patrimonio nacional,  creando espacios de reflexión sobre los problemas que  enfrenta  la sociedad.
VISIÓN: Ser un referente en El Salvador, como iniciativa ciudadana dedicada a la fijación de la memoria histórica.
RESEÑA HISTÓRICA:  Tras la firma de Los Acuerdos de Paz en Chapultepec en 1992, después de una guerra civil (1981-1992), un equipo encabezado por el periodista Carlos Henríquez Consalvi (Santiago), inicia el rescate de diversos archivos documentales y sonoros sobre las luchas sociales y posteriormente amplía este esfuerzo hacia diversos temas sobre cultura, identidad  e historia de El Salvador.
El MUPI posee un acervo excepcional representado en fotos, audio, cine, video, afiches, objetos, publicaciones, pinturas y dibujos, periódicos, manuscritos y libros donados a la institución por la entusiasta colaboración de la sociedad,algunos pertenecieron a personajes como Salarrué, Claudia Lars, Roque Dalton, María de Baratta,  Prudencia Ayala, Hugo Lindo, Pedro Geoffroy Rivas, Matilde Elena López, entre otros. Este apoyo ha respondido al llamamiento de la campaña permanente “Contra el caos de la desmemoria”, que desde 1996 invita a donar o prestar algún objeto o documento con algún valor cultural, histórico o artístico. Además cuenta con una biblioteca especializada en temática social con mas de dos mil ejemplares para  consulta.  El MUPI formó parte del Comité que erigió el Monumento a las Víctimas Civiles de Violaciones a los Derechos Humanos durante el conflicto armado. Tiene su sede en la capital salvadoreña y lleva a cabo exposiciones itinerantes, charlas, talleres y cine foros sobre cultura, memoria y Derechos Humanos en los lugares más apartados del país. Igualmente mantiene una línea de producción de libros y audiovisuales.
RECONOCIMIENTOS:  Gracias a sus actividades, el MUPI se ha constituido en un fenómeno auténtico de participación ciudadana, y ha sido incluido por la AECID en su Banco de Buenas Practicas de Cultura para el Desarrollo en 2008.
También ha sido distinguido con premios como:
  • Premio Internacional de Cultura Príncipe Claus 2008.
  • II lugar, del Premio Iberoamericano de Educación en Museos, mayo 2010.
  • Premio Ford 2010 por el Juego Los Izalcos en la categoría de Herencia Cultural.


sábado, 17 de mayo de 2014

Museo de Arte de El Salvador (MARTE)

Historia e instalaciones
El edificio y los monumentos
El edificio que alberga el museo tiene un área de 2,275 metros cuadrados. Fue diseñado por el arquitecto salvadoreño Salvador Choussy (1947) y construido en un terreno de 6,520 metros cuadrados. Comprende salas de exhibición y áreas administrativas, depósito de obras, talleres y espacios complementarios, entre los que se cuenta una sala de proyecciones. En 2007 el museo amplió sus instalaciones al construir el salón de usos múltiples Ernesto Álvarez Córdova y una nueva sala de exhibición.
En la actualidad, el edificio comprende un área construida de 2,968 metros cuadrados, de la cual 1,208 metros cuadrados se utilizan para las exhibiciones, distribuidos en cinco salas. Tres de ellas están destinadas a la muestra permanente de arte salvadoreño (Gran Sala, Sala 3 y Sala 4) y las dos restantes a las exhibiciones temporales, complementadas con espacios alternativos.
Las áreas de exhibición son:
  • Gran Sala: 372 m2
  • Sala 1: 192 m2.
  • Sala 2: 152 m2
  • Sala 3: 152 m2
  • Sala 4: 184m2
  • Espacios alternativos: 156 m2.
 MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN
Uno de los grandes logros del diseño fue integrar la nueva edificación al Monumento a la Revolución diseñado por los arquitectos Óscar Reyes y Kurt Schulze. Este es un conjunto artístico arquitectónico edificado en los años cincuenta que incluye un mural  y una escultura monumental. Los trabajos preliminares: proyecto, localización y transporte de la piedra, entrenamiento del personal, etc., comenzaron en el año de 1954.
Monumento a la Revolución: El mural es un mosaico en piedra que  representa la libertad, la cual es simbolizada por un hombre desnudo mirando hacia arriba y con los brazos levantados. Esta figura es conocida popularmente como “El Chulón” y constituye un punto de referencia urbana. Las piedras que forman el mosaico son de colores naturales y fueron recolectadas a lo largo del territorio nacional. El diseño y realización de la obra estuvo a cargo del artista mexicano Claudio Cevallos y de la artista salvadoreña Violeta Bonilla (1924-1999).
Esta obra fue inaugurada por el Presidente de la República Coronel Óscar Osorio el 14 de diciembre de 1955.
 MONUMENTO A LA CONSTITUCIÓN
Alegoría a la Constitución de 1950 o Monumento a la Libertad: La escultura monumental, tallada directamente en piedra, esta compuesta por nueve figuras: un obrero, una madre que sostiene en brazos a su hijo, la figura de una niña, dos figuras femeninas, una de ellas parcialmente cubierta por un soldado, el cual sostiene su fusil apuntando hacia abajo, en actitud pacífica. En la parte posterior destaca la figura de una mujer que sujeta la constitución de 1950. Todas estas figuras sostienen una mujer desnuda, cubierta con la bandera de El Salvador, que corona la escultura. La obra, fechada en 1956, fue realizada por el artista costarricense nacionalizado mexicano Francisco Zúñiga (1912-1998), quien es considerado uno de los más importantes escultores latinoamericanos y cuya obra se encuentra en diversos museos y ciudades del mundo.
El Museo gracias a donación de la Fundación Zúñiga Laborde cuenta con los bocetos y planos del Monumento. La donación incluía también dibujos realizados por el artista durante su estadía en El Salvador y una escultura.


Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán

El Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA) está localizado en Avenida La Revolución, Colonia San Benito, San SalvadorEl Salvador. De acuerdo a sus principios, la institución propicia el acercamiento y reflexión de los salvadoreños sobre su identidad cultural en los campos de la arqueología y antropología. Los medios para llevar a cabo tal fin incluyen exposiciones, investigaciones, publicaciones y programas didácticos.

Historia
El museo nacional surgió a raíz de un decreto ejecutivo el 9 de octubre de 1883 durante la período presidencial del doctor Rafael Zaldívar. Su primer director fue el doctor David J. Guzmán, autor de la Oración a la Bandera Salvadoreña, y las exposiciones incluían objetos relativos a la historia, biología y geología. En sus primeros años estuvo alojado en diversos lugares, siendo el primero la Universidad de El Salvador, y posteriormente en la Villa España (1902) con muestras científicas, agrícolas e industriales. Después de ubicarse en la Finca Modelo (1904–1911), llegó a clausurarse por «no haber producido en bien de la nación ninguno de los resultados que se propuso alcanzar». Reapareció en 1913 en el mismo lugar junto al Instituto de Historia Natural y Jardín Botánico.
Posteriormente se ubicó en la zona de la ex Casa Presidencial de El Salvador (1927) en el barrio San Jacinto. Desde el 13 de agosto de 1945 ostenta su actual nombre en honor al doctor Guzmán. En 1962 fue trasladado a la Avenida La Revolución. Desde 1974 adquirió un carácter antropológico e histórico. Estas instalaciones sufrieron daños severos con el terremoto de 1986, por lo que fue demolido en 1993. En 1996 se realizó el concurso de ideas para la construcción de un nuevo edificio, resultando ganador el diseño del Arquitecto Roberto Dada. El actual edificio fue inaugurado en 1999 y abierto al público en 2001.